Elena seguía llendo a clase, pero solo coincidíamos en una asignatura... yo este años había perdido un año y tenía que recuperarlo. Verla en esa clase y por los pasillos me suponía un verdadero suplicio. Los primeros días de mi llegada no la miraba por la rabia que tenía dentro, aun pensaba que todo había pasado por culpa de ellas, pero necesité unos meses para darme cuenta de que la cosa no era así. De que en esta historia todo el mundo tenía parte de culpa y parte de razón.
Una noche de enero abrí mi correo, le dí a nuevo, añadí un enlace de este mismo blog porque no sabía por donde empezar y se lo envié a Elena. Pensé que era la única forma de contarla todo lo que me había pasado en poco espacio y que a la vez me comprendiera.
Su respuesta no se hizo esperar, al día siguiente tenía su respuesta y en un par de días quedamos para hablar. Quedamos en la plaza principal, yo llegue antes y hacía bastante frió, sinceramente esos días de espera previos a la cita estuve muy nerviosa. No sabía cual era la reacción que iba a tener mi amiga después de todo lo que había pasado... habían pasado casi siete meses sin hablarnos, habíamos discutido, alguna llamada subida de tono y algún encontronazo... y en unos minutos nos volveríamos a encontrar.
Por fin la vi llegar a lo lejos, al llegar nos dimos dos besos y empezamos hablar, era raro yo pensaba que iba haber más tensión pero no fue así, nos dirigimos a un bar para seguir hablando y en unas dos horas habíamos hablado todo, fue un trago un poco amargo recordar todo lo había pasado, todavía dolía y sigue doliendo, pero tenía que pasar por ello. Mi amiga Elena fue muy comprensiva conmigo, más o menos se había imaginado todo lo que había pasado. Nuestro sentimiento era mutuo, habíamos discutido, habíamos perdido la relación, pero nos habíamos echado de menos durante cada uno de los días que habíamos estado separadas.
Ahora ya estaba más tranquila, sentía que todo iba a ser más fácil de lo que esperaba y que en pocos días iba a recuperar a mis mejores amigas, una sensación de satisfacción me invadía y tranquilizaba ese nerviosismo que me reco

Pero todavía el día no había acabado y otra sorpresa me esperaba, al llegar a casa agregue a Inma al tuenti y terminamos hablando por el Msn, en apenas cinco minutos ya hablábamos como si no hubiera pasado nada, teníamos el mismo buen rollo y las mismas risas de siempre. Me encantaba ese buen rollo.
No daba crédito de todo lo que había pasado ese día y como simplemente dando el primer paso conseguía recuperar a mis amigas y saber que nunca habían dejado de quererme, como yo a ellas tampoco.
¡¡¡OS HE QUERIDO, OS QUIERO Y OS QUERRÉ SIEMPRE PEQUEÑAS!!!